Max Verstappen dominó de principio a fin el Gran Premio de Azerbaiyán, firmando una victoria sin oposición mientras la carrera quedaba marcada por el accidente temprano de Oscar Piastri.
El australiano perdió el control en la curva 5 de la primera vuelta y chocó contra el muro, dejando a McLaren con solo un coche en pista y reduciendo sus opciones en el campeonato de constructores.
Desde la salida, el neerlandés consolidó la pole position y no soltó el liderato, imponiendo un ritmo imposible de seguir. George Russell, pese a correr enfermo, aseguró una valiosa segunda posición, mientras Carlos Sainz cumplió uno de sus grandes objetivos: subir por primera vez al podio con Williams, terminando tercero.
El arranque estuvo lleno de tensión. Aunque la mayoría evitó incidentes, Piastri se adelantó en la largada, sufrió problemas con el anti-stall y acabó estrellado. Esto obligó a la salida del Safety Car y abrió la puerta a estrategias alternativas de pilotos como Albon y Ocon.
Russell y Antonelli protagonizaron un duelo interno en Mercedes, con maniobras al límite que permitieron a Tsunoda y Lawson pelear en la zona alta. Norris, que tenía la gran oportunidad de recortar puntos en la lucha por el campeonato tras el abandono de su compañero, volvió a sufrir un desastre en boxes: una parada lenta lo relegó al séptimo puesto final, desperdiciando otra ocasión clave.
Las luchas en la zona media fueron intensas. Colapinto y Albon protagonizaron un choque en la curva 4, Hamilton remontó hasta octavo lugar tras superar a Hadjar, y Leclerc alternó posiciones con Norris y los Racing Bulls en un vibrante tren de DRS.
En las vueltas finales, Verstappen administró su ventaja con calma, incluso después de realizar su última parada. El podio quedó definido con el neerlandés primero, Russell segundo y un emocionado Sainz tercero, celebrando un logro histórico para Williams.
Antonelli cruzó cuarto, seguido de Lawson y Tsunoda. Norris, frustrado, solo pudo ser séptimo, por delante de Hamilton. Leclerc y Hadjar cerraron el top 10.
Bakú se tiñó de naranja con otra exhibición de Verstappen, mientras la presión aumenta en McLaren: la combinación del accidente de Piastri y el error en boxes de Norris podría costarles caro en la batalla por los títulos.
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