En la vibrante Ciudad de México, la experiencia de comer se ha transformado en un verdadero espectáculo. Lejos de limitarse a una oferta culinaria, los restaurantes temáticos invitan a los comensales a sumergirse en mundos de fantasía, donde la ambientación, las actividades y la creatividad del menú son los verdaderos protagonistas. En esta ocasión, exploramos dos de los espacios más icónicos: Incantatum, que rinde homenaje a la magia de un famoso mundo de hechiceros, y La Extraña Pizza, un rincón de terror y humor para los amantes de lo macabro.
Incantatum: La magia que se come y se bebe
Incantatum es un bar-restaurante temático que te sumerge de lleno en el mundo mágico de Harry Potter. Este lugar está meticulosamente decorado con elementos alusivos a los momentos más icónicos de la saga, como libros de hechizos, varitas mágicas y calderos. Incantatum tiene dos ubicaciones para que elijas la que mejor te quede:
- Incantatum Restaurante: Avenida Aquiles Serdán 400, Colonia Barrio de Nextengo, Pabellón Azcapotzalco, CDMX.
- Incantatum Café: Puebla 269, Colonia Roma Norte, CDMX.
El menú de Incantatum es tan singular como su decoración. Aquí, las bebidas y los platillos tienen nombres que te resultarán familiares, como la Cerveza de Mantequilla, la Poción Multijugos, o el Pastel con forma de libro de los monstruos. Los platillos principales son igualmente creativos, como los Dedos de Colagusano, el Pollo con salsa de pócimas, la Mandrágora, el Pescado con escamas de dragón y el Pastel de tres deseos. Es un lugar ideal para vivir una experiencia inolvidable.

La Extraña Pizza: Un festín de horror y humor
Si buscas una experiencia más oscura y excéntrica, La Extraña Pizza es la elección perfecta. Este lugar, ubicado en Calle Jesús María 42, Cuauhtémoc, en el Centro Histórico de la CDMX, es considerado uno de los mejores restaurantes temáticos de la ciudad. Su decoración es un estilo gótico enfocado en la famosa película de terror Beetlejuice de Tim Burton, con luces de neón y adornos alusivos a la película que te harán sentir en una dimensión desconocida.
El menú de La Extraña Pizza refleja a la perfección su temática. La pizza es la estrella del lugar, pero también puedes encontrar snacks, postres, malteadas y bebidas humeantes. Es un espacio donde la creatividad y el arte visual se mezclan con la gastronomía para ofrecer un escape de la realidad en un ambiente de terror y humor.
¿Vale la pena la visita?
La respuesta depende de lo que estés buscando. Si tu objetivo es una experiencia fotogénica, un momento divertido con amigos o una salida especial con los niños donde la decoración es lo más importante, estos restaurantes son una excelente opción. Son perfectos para una tarde de risas y recuerdos visuales.
Sin embargo, si eres un verdadero amante de la comida y valoras el sabor, la técnica y la calidad de los ingredientes por encima de todo, es posible que los restaurantes temáticos te decepcionen. La Ciudad de México ofrece una vasta y rica oferta gastronómica, desde alta cocina hasta la más auténtica comida callejera, donde cada bocado es una aventura por sí misma.
Al final del día, los restaurantes temáticos nos enseñan una lección: no todo lo que brilla es oro, y a veces, detrás de un gran espectáculo, el sabor puede quedarse en la sombra.

Restaurantes “escondidos”: Los tesoros ocultos de la ciudad
En una metrópolis tan grande y bulliciosa como la Ciudad de México, el simple acto de comer puede convertirse en una aventura. Lejos de las avenidas principales y los centros comerciales, existen espacios culinarios que se resisten a ser descubiertos con facilidad. Son los restaurantes “escondidos”, tesoros ocultos que ofrecen una experiencia íntima y exclusiva, donde el viaje para llegar es tan importante como el destino mismo. Estos lugares, a menudo llamados speakeasy, invitan a los comensales a ser parte de un secreto, recompensando la curiosidad con gastronomía de alta calidad y ambientes únicos. A continuación, te mostramos dos de los tesoros mejor guardados de la capital.
Lazy Susan: Una joya asiática sobre un bar
Lazy Susan invierte la fórmula del restaurante escondido. Lo usual es encontrar un bar oculto detrás de un restaurante, pero aquí, un restaurante se esconde sobre un bar. Para llegar a este singular lugar, primero debes entrar
a Le Tachinomi Desu, un conocido bar japonés. A un costado, encontrarás unas escaleras que te llevarán a lo que parece un misterioso portal. Al subir, un dragón chino te dará la bienvenida y, al deslizar una puerta, descubrirás Lazy Susan.
Este concepto único en la ciudad se dedica a la cocina chuka, que es la reinterpretación japonesa de la cocina china. Es un lugar íntimo y lleno de sorpresas, ideal para los amantes de los sabores asiáticos que buscan algo fuera de lo común.
DIRECCIÓN: Río Pánuco 132, Planta Alta, Cuauhtémoc, CDMX.

Tetetlán: Comida y arquitectura sobre piedra volcánica
Si buscas un lugar que combine gastronomía, arte y arquitectura, Tetetlán es el tesoro que estabas esperando. Fundado por el coleccionista César Cervantes, este proyecto está dedicado a rescatar y restaurar el legado arquitectónico de Luis Barragán. El restaurante se encuentra dentro de una librería, lo que de entrada ya lo hace especial.
En el primer piso, encontrarás una librería de consulta. Sin embargo, la verdadera joya está al bajar las escaleras. El restaurante se despliega ante tus ojos con un piso totalmente transparente, que te permite ver el suelo de piedra volcánica con cada paso. El menú destaca por sus productos orgánicos y platillos deliciosos, como el pan dulce, los chilaquiles con salsa tatemada de frijol y habanero, o los huevos revueltos con escamoles. Es el lugar perfecto para disfrutar de un café veracruzano mientras lees un libro, rodeado de un ambiente que celebra el arte y la naturaleza.
DIRECCIÓN: Avenida de las Fuentes 180-B, Jardines del Pedregal, CDMX.

Lazy Susan y Tetetlán son mucho más que simples restaurantes; son experiencias de descubrimiento. Nos recuerdan que, en una ciudad tan dinámica como la Ciudad de México, vale la pena mirar más allá de lo evidente y atreverse a explorar. Estos lugares ofrecen una historia, un ambiente y un concepto únicos, demostrando que los verdaderos tesoros culinarios a menudo se encuentran en los rincones menos esperados. Son una prueba de que la mejor comida puede venir acompañada de la más grande de las sorpresas.
Estos tesoros culinarios son una prueba de que, en la era de las redes sociales y la publicidad digital, el valor de la autenticidad y la calidad sigue siendo fundamental. Son una invitación a reducir la velocidad, a explorar y a dejarse sorprender. La próxima vez que busques una experiencia gastronómica en la Ciudad de México, quizás valga la pena dejar atrás las avenidas principales y aventurarse por las calles secundarias. Puede que encuentres un verdadero tesoro oculto.