Un día como hoy, 23 de septiembre, pero de 1977, David Bowie lanzó como sencillo una de las canciones más emblemáticas y conmovedoras de su carrera: “Heroes”. Nacida durante su exilio creativo en Berlín, la canción se convertiría en un himno universal de amor desafiante y esperanza en tiempos de división.
Coescrita junto al genio de la música ambient, Brian Eno, “Heroes” fue la pieza central del álbum del mismo nombre, el segundo de su aclamada “Trilogía de Berlín”. La canción es famosa por su sonido único, construido sobre capas de sintetizadores y, sobre todo, por la inconfundible y penetrante línea de guitarra interpretada por Robert Fripp, el legendario guitarrista de King Crimson.
La Historia de un Beso junto al Muro
La inspiración para la letra, una de las más poéticas de Bowie, provino de una imagen real que el artista presenció desde la ventana del estudio de grabación Hansa, que daba directamente al Muro de Berlín. Bowie vio a su productor, Tony Visconti, besándose con su amante junto a la imponente estructura que dividía la ciudad.
“Podemos ser héroes, solo por un día”, canta Bowie, convirtiendo ese momento íntimo y clandestino en un símbolo universal de amor triunfando sobre la opresión. La emoción en su voz, que pasa de un susurro a un grito desesperado, es una de las interpretaciones vocales más poderosas de su carrera.
Un Legado Inmortal
Aunque “Heroes” no fue un gran éxito comercial en su lanzamiento inicial, su estatura ha crecido con el tiempo hasta convertirse en, posiblemente, la canción más querida de Bowie. Su interpretación en el concierto Live Aid de 1985 y, sobre todo, en un legendario concierto en 1987 frente al Reichstag en Berlín Occidental, donde miles de alemanes del Este se congregaron al otro lado del Muro para escuchar, cimentaron su estatus de himno de libertad.
Hoy, 48 años después, “Heroes” sigue siendo un recordatorio del poder de la música para encontrar belleza y esperanza en los lugares más oscuros, un testamento del genio del “Camaleón del Rock”.