Con el decidido estilo “sporty-chic”, que caracteriza a los emblemáticos Riviera, llegan tres modelos inspirados en elegancia de la costa francesa, con colores que irradian la calidez y el desenfado estival.
Todo comenzó en 1830 con dos hermanos que se unieron con el interés común de crear relojes de altísima calidad, gran precisión técnica y belleza estética. Se establecieron en el Jura suizo y desde ahí crearon piezas únicas que les valieron una fama que se extendió más allá de las fronteras. La segunda generación decidió ir más allá y fundaron una filial en Londres, su expansión se volvió imparable: Europa, Asia, Oceanía… ya no había barreras para ellos.
Con el nuevo siglo llegaría también una era más moderna para esta empresa relojera, pues con la asociación de William Baume y Paul Mercier en 1918 nacería formalmente Baume & Mercier. Sólo un año después recibieron el mayor reconocimiento internacional de la época, el Punzón de Ginebra, un distintivo que garantiza la excelencia relojera de sus creaciones. La unión de ambos talentos estableció también un firme compromiso con la excelencia que se ha mantenido inmutable hasta el día de hoy.
Atención a lo femenino
La maison relojera ha tenido la visión de anticiparse a la necesidades y gustos de sus clientes y adaptarse a ellas. Cuando corrían los años cuarenta, no pasaron por alto el nuevo papel de las mujeres en la sociedad y lo tomaron como otra fuente de inspiración. El resultado han sido piezas que van mucho más allá de una versión más pequeña y simple de los modelos masculinos. El Marquise, que surgió a finales de los cuarenta, abrió la puerta para la creación de modelos eminentemente femeninos que tuvieron una gran aceptación y les marcaron un nuevo camino del que nunca se han apartado.

En las décadas siguientes pasaron de crear relojes con la clásica redondez evocando el equilibro de su logotipo, la letra Phi, a iniciar un camino pleno de formas novedosas, entre ellas, el icónico Riviera, con un diseño rompedor e inagotable, pues ha adoptado varias personalidades sin perder su esencia: pleno de complicaciones, deportivo, elegante, todo cabe en el universo del Riviera que ha conservado siempre su emblemática forma dodecagonal que ya celebró su 50 cumpleaños.
Vitalidad y plenitud veraniega
Ahora, a tiempo para el verano, lanzan una nueva serie de la colección. Colors of life se suma a su universo femenino, haciendo eco de la calidez de la estación de días largos y noches cortas. Radiantes como el sol veraniego y con una caja de acero de 33 mm pulido y satinado, cubierta con cristal de zafiro, estas tres piezas presumen su bisel de doce lados, adornado con cuatro tornillos y corona octagonal con el logotipo Phi.
Su carátula cuenta con acabado satinado con motivo “soleil” y una delicada decoración ondulada que refleja la luz veraniega. Ostenta elegantes números romanos e índices ribeteados recubiertos con Super-LumiNova. Las manecillas, que marcan horas y minutos, cuentan con el mismo recubrimiento y van a juego con la carátula. La fecha se muestra en una delicada ventanilla ubicada a las 3 hrs.

Tres tonalidades, un solo espíritu estival
La personalidad de cada uno de los tres modelos se percibe en el color de su carátula: el Riviera 10810 presume un tono plateado cálido, el Riviera 10811 ostenta un tranquilo azul claro y el Riviera 10812, con un delicado y alegre rosa, es el más femenino de los tres, todos están inspirados en la elegancia y calidez de la Riviera francesa.
Los tres modelos están animados por un movimiento de cuarzo con 5 rubíes que otorga una autonomía de hasta 10 años. Son herméticos hasta 50 metros y se afirman a la muñeca con un brazalete de acero pulido y satinado de tres filas que es fácilmente intercambiable sin necesidad de herramientas. El gozo y la belleza del verano materializado en tres piezas realizadas con la más absoluta atención al detalle honrando el compromiso perenne de Baume & Mercier.

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