Jimmy Kimmel regresó a la televisión el martes por la noche con un monólogo emotivo y contundente, cinco días después de que su programa fuera suspendido por ABC. El presentador abordó directamente la controversia, defendió la libertad de expresión y se disculpó con aquellos que se sintieron ofendidos, pero sin retractarse de su crítica a la politización de una tragedia.
“No estoy seguro de quién tuvo 48 horas más extrañas: yo o el CEO de Tylenol”, comenzó Kimmel, antes de agradecer a los fans y, sorprendentemente, a figuras conservadoras como Ben Shapiro y Ted Cruz por su apoyo en defensa de la libertad de expresión.
Visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, Kimmel se dirigió a sus comentarios sobre el asesinato de Charlie Kirk. “Nunca fue mi intención tomar a la ligera el asesinato de un joven”, dijo. “Tampoco fue mi intención culpar a ningún grupo específico por las acciones de lo que obviamente fue un individuo profundamente perturbado. Ese era realmente el punto opuesto al que intentaba llegar”.
Una Disculpa por el Tono, no por el Fondo
Aunque se disculpó con quienes sintieron que sus comentarios fueron “inoportunos o poco claros”, Kimmel mantuvo su postura y redirigió su monólogo hacia una defensa apasionada de la Primera Enmienda.
“Nuestra libertad de expresión es lo que más admiran de este país”, dijo, refiriéndose a comediantes de otras naciones. “Y eso es algo que, me avergüenza decirlo, di por sentado hasta que intentaron coaccionar a las filiales para que sacaran mi programa del aire. Eso no es legal. Eso no es estadounidense. Es anti-estadounidense“.
Ataque Directo a Trump y la FCC
Kimmel dedicó la última parte de su monólogo a criticar directamente al presidente de la FCC, Brendan Carr, por sus amenazas, y al expresidente Donald Trump. “Intentó con todas sus fuerzas cancelarme. En su lugar, obligó a millones de personas a ver el programa. Le salió el tiro por la culata”, bromeó.
Por su parte, Trump no tardó en responder, amenazando con acciones legales contra ABC en una publicación en Truth Social. “Creo que vamos a poner a prueba a ABC en esto. Veamos cómo nos va”, escribió.
El regreso de Kimmel no solo cierra un capítulo de controversia, sino que abre un nuevo debate sobre los límites de la comedia y la influencia del poder político en los medios de comunicación.